Después del cáncer. Parte I

Una de las preocupaciones que tenía cuando finalicé el tratamiento fue que se me olvidara cómo me sentía cuando creía que me iba a morir, y no porque quiera sentirme siempre al filo de la navaja, sino porque también ese estado de alerta me permitía ser más consciente de las prioridades y las decisiones sobre lo que quería tener en mi vida y lo que no. 
Pero, sinceramente es una situación compleja, en parte porque me siento feliz de poder estar despreocupada, sin pensar que la muerte va a tocar a mi puerta mañana, que puedo planear a cinco años de distancia,  aunque en el fondo de mi corazón todavía tengo miedo de creer que en los próximos estudios no salga tan bien como yo quiero, sin embargo sí caí en una suerte de confort en la que al no estar diariamente preocupada por mi salud me doy el lujo de cometer errores, (como cualquier humano, aunque esté en el lecho de muerte). En estos aspectos lo principal que me preocupa es la maternidad, y sé que no es nada más porque estuve enferma, sé que todas las mamás o la mayoría, nos sentimos constantemente culpables o nos preocupamos por estar haciendo las cosas bien o no, en mi caso he aprendido claro a base de terapia que debo felicitarme porque casi siempre lo estoy haciendo bien, porque me preocupo por mis hijos, porque me preocupo por informarme, por avanzar, por hablar con ellos y retroalimentarme y saber lo que estoy haciendo bien o mal,  sin embargo no creo poder deshacerme al cien por ciento de la culpa, creo que esa será una constante en mi vida que también debo aceptar, que voy a fallar, que algo va a salir mal, espero que no lo más importante, espero que sean cosas leves, quisiera que mis hijos salieran ilesos de la infancia, (como lo dijo el poeta) eso no es posible, nadie salimos ilesos de la niñez, todos definitivamente sufrimos por los errores de nuestros padres y todos los adultos que están a nuestro alrededor y a quienes observamos con devoción, sin embargo después de haber pasado el tratamiento, considero que me he convertido en una mejor persona y en una mejor madre. Ahora quedan cabos sueltos, ¿será posible que también me pueda convertir en una mejor amiga, en una mejor hermana en una mejor tía, en una mejor hija, en una mejor esposa? en fin, ¿podré superarme como ser humana? o srncillamente el cáncer vino, me marcó, me asustó y se fue, dejándome solo con un miedo aterrador permanente o realmente sí efectuó un cambio en mi persona... Supongo que son cosas que todos los sobrevivientes de cáncer nos preguntamos...

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