Vuelta. Primer año de sobrevida.

 You long to feel the most amazing thigs

but you've como undone 'cause you have held it in

your eyes have seen the most amazing things.

Falling like a rock into an ocean

there is something you forgot,

only you decided that you had to go and fight

until you lost. 

You look like a fighter

you couldn't recognize yourself

now you're cursing the night

you're watching the seconds die

-Amazing things. Sarah Blasko.



Hoy es mi cumpleaños número uno, es justo decirlo, celebrarlo y reflexionar sobre lo que ha sido ésta vuelta al sol. El 2 de marzo de 2022 es un dia que jamás olvidaré, fue dificil de principio a fin, fue un dia que  me duele recordar, muy duro de enfrentar, por que la ansiedad la cargaba dias atrás, pero creo que en mi interior sabía la respuesta que estaba escrita en la hoja de resultado de la biopsia: positivo a Carcinoma Ductal Infiltrante. 

La Isela que enfrentaba eso era una persona muy distinta a la que soy hoy, este año he sido transformada de muchas maneras, físicamente si, pero también internamente, en mi alma y mente. Este año ha estado lleno de eventos importantes, definitorios y complejos. No pretendo revisitar cada uno de ellos por que me resulta doloroso todavía abordar algunos, como lo es precisamente el dia de mi diagnóstico o los que le siguieron. 

Recibir una noticia asi nos hace sentir al filo del barranco, creer que la vida llegó a su fin y que tenemos de pronto una prisa constante por remediar lo malo que hemos hecho, por comprar tiempo, por hacer lo que nunca pudimos y decir lo que tenemos atorado en la garganta. Pero pronto una se da cuenta que es difícil, por que salvo la tragedia personal, el mundo sigue girando y la vida, su curso. 

Pero tampoco es justo decir que ese diagnostico solo me afectó a mi, pues cada persona que estuvo conmigo, mis hijos, mi familia, han sido tocados por ese mismo efecto. Y aunque el cáncer no tiene nada de bueno, el tratamiento es devastador, por decir lo menos, también trae en el paquete, si se le acepta, una gran oportunidad de cambios positivos, de aprendizajes y sobre todo el par de lentes nuevos, que nos permite apreciar la vida con todos sus espléndidos colores. 

Con la virtud de la retrospectiva puedo darme cuenta de lo valioso que ha sido contar con el entusiasmo de mi familia, su unión y trabajo duro, el ponerme en prioridad y darme todo el amor que he necesitado me ayudó no solo a sobrevivir este año, sino a aprender a darme cuenta de lo valiosa que soy, de la importancia de mi paso por el mundo, me han dado la oportunidad de ser consciente de qué huella quiero dejar en los demás y lo que quiero ser el resto de mi vida para mi misma. 

Previo a mi diagnóstico ya vivía con un par de males que me aquejaban, quizá más graves que el cáncer, según se vea, o quizá fueron parte del eje del mal que dio origen a tal enfermedad, la depresión y el hipotiroidismo eran ya una carga por demás pesada para mi, que fueron minando mi personalidad y vitalidad al punto que creí que iba a morir, afortunadamente poco antes de ese marzo empecé a recibir el tratamiento tiroideo y con él un nuevo arcoiris se iluminó delante mio, dándome el entusiasmo y fortaleza que necesitaría para luego afrontar el diagnóstico de cáncer. 

Ahora que lo medito, y por que justamente mañana cumplo 9 meses de psicoterapia, puedo darme cuenta que es uno de los pilares de sanación, el acompañamiento de mi terapeuta ha sido tremendo en muchos aspectos de mi vida, me ha permitido sanar de adentro hacia afuera, enfrentar mis miedos, caminar y sentir mis duelos, recordarme y reconstruirme,  analizar mi proceso, y sobre todo ha significado un proceso de aprendizaje sobre mi misma y una comprensión de los sucesos de mi vida de una manera más amable, lúcida y positiva. 

Entrar al mundo del cáncer para mi fue como si de repente hubieran apagado la luz a mi futuro, y empezar a caminar a tientas, cegada siempre por las lágrimas del miedo, de la tristeza, de la incertidumbre, pero no duró mucho eso, los testimonios de sobrevivientes, la compañía y amor de mi familia, el regreso y presencia de mis amigos, y también la fortaleza de mi espíritu, hay que decirlo, fueron dándome la seguridad de dar mis primeros pasos, y poco a poco fui avanzando con firmeza y determinación, consciente de que mi vida tenía que continuar, mejorar y ampliarse, y poco a poco me he sentido transformada, sin miedo casi al dia de mañana. 

El cáncer nos enseña eso, que cualquier dia la vida se va, que el futuro es impreciso, incierto, inasible, pero tenemos algo siempre en nuestras manos, el hoy, el presente, y lo relegamos por que damos prioridad al porvenir, o en su defecto, como yo, vivimos en un pasado rancio que solo nos produce insatisfacción. El cáncer te permite replantearte absolutamente todo tu sistema de valores, desenpolvar tus sueños, pulir tu personalidad, tengas la edad que tengas, ver a través de las personas y amarlas y apreciarlas por quienes son, reconocer lo que tienes y dejar de anhelar lo que no, poner manos a la obra. Contradictoriamente, es una enfermedad mortal que te llena de vitalidad. Si quieres, por que si no quieres ni estás dispuesta, supongo que también tiene la otra versión. 

Yo decidí vivir así, con un desgarro, si, con miedo, dolor y tristeza, pero con el alma entusiasta, y cada vez que las emociones grises me invaden las dejo ser, las siento, por que ya hasta las lágrimas pueden ser un deleite cuando te ves en el filo de la muerte, dejo que fluyan esas emociones, luego puedo tomar distancia para analizarlas y sacar lo que tengo que sacar de ellas. Y ya no me apena disfrutar las buenas tampoco, me regocijo en los momentos finos y hermosos que tiene cada dia, si acaso algo me frustra es no tener la pericia de escribirlos o grabarlos de algún modo. 

He pasado por infinidad de cambios, empezando por las pérdidas corporales, por los nuevos achaques, la pérdida de habilidades, la transformación de mi cuerpo, la resignación de no ser más una mujer de treinta y tantos, pero estar viva me queda bien, y con eso me conformo. 

No todo ha sido felicidad, aprendizajes y consciencia, en entendible que he sentido mucha frustración, muchos dolores, ansiedad, derrotas muchísimas, he renegado de mi historia, de mis decisiones, de mis caminos, he luchado contra sentimientos terribles como el odio y la envidia, cada dia percibo un cuerpo que no es más aquel que me respondía, que me hacía sentir joven, que me hacía sentir mujer, pero he tenido que aprender a ser amable conmigo misma, a ser paciente, a ser constante, a ser comprensiva con cada malestar, a poner por encima, tanto como se puede, lo valioso de sentir lo que queda por sentir y vivir lo que haya que vivir, sin prestar demasiada atención a las incomodidades que trae la enfermedad. Pero se escribe mucho más fácil de lo que ha sido ponerlo en práctica, ha sido esa mi verdadera lucha, contra mi  misma, contra mis hábitos y costumbres. 

Hoy, a unos dias de terminar el tratamiento (al menos el protocolo inicial) me siento plena, tengo planes, unos bastante ambiciosos, no tengo más sueños, sino metas, poquitas, muy posibles, me siento feliz de ser quien soy, reconozco mi valor, mi capacidad, creo que ahora soy una Isela más Isela, menos enferma de muchos modos, si el cáncer se fue o ha sido curado es algo que la ciencia aún no puede decírmelo, mi intuición me dice que debo ser cautelosa, pero sana si me siento, sana de muchas otras maneras, liberada de muchísimos males y culpas que me dolían hondamente, puedo decir con honestidad que la ansiedad la tengo a raya, que los pensamientos obsesivos están bajo control, que la depresión no me habita, reconozco que siento mayor confianza en mi, me siento más sana, más fuerte, más libre y más viva. 

Feliz Primer Año de mi Vida Nueva, con amor, a mi. 




Comentarios

Entradas populares