Scars.

"Una cicatriz es un parche de piel permanente que crece sobre una herida. Se forma cuando el cuerpo se cura después de una cortadura, un raspón, una quemadura o una llaga. Las cicatrices también pueden resultar tras una cirugía donde se corte la piel" dice Google. 
Mi forma de entenderlo es que una cicatriz es el recordatorio, la evidencia de una transformación, a raíz de una herida.

Han sido dias "curiosos", "raros". He tenido muchas revelaciones, encuentros y emociones a flor de piel. Pero todo rápidamente. 

Después de la mastectomía la recuperación ha sido rápida, no ha habido sangrados, dolores ni curaciones complejas. Casi me siento normal. Pero en el "casi", cabe la rareza de bañarse y tener ya un colgajo del lado derecho en mi pecho. Ya no se siente como un seno, sin la presencia del otro. Si no como un ser extraño, un apéndice del cuerpo que no tiene mucho sentido. La nueva cicatriz y la manguera permanentemente atada al pecho me hacen sentir como una no humana. Ahi en mi pecho, o en el pecho de cualquier mujer u hombre no va una línea, y sin embargo, después de que sane, siento que esa cicatriz es más acorde a mi personalidad que el mismo seno. Una línea, un renglón donde escribir una historia nueva. 
Paradógicamente, entre las rarezas de estos dias, ayer y hoy sentí la "presencia" del seno "perdido": ayer sentía como si lo tuviera apretado contra el otro dentro de una especie de corsé. Hoy sentí una especie de "comezón" en el pezón inexistente. Ni siquiera creo que alguna vez haya sentido esa sensación, pero hoy la analicé y fue muy clara, no era picor en la cicatriz (que tiene más lógica) sino en un volumen que ya no existe. Supongo que será un fenómeno parecido al "miembro fantasma", aunque no sé si esto aparezca en algo que no era una extremidad...

Desde mi cumpleaños han habido muchas emociones muy potentes. Pensar en que las vueltas al sol de repente ya no parecen vueltas comunes, o giros desapercibidos, sino que, como platiqué antes, tener cáncer, y pensar diariamente, al levantarte "tengo cáncer", te hace querer acumular todas las vivencias en la memoria y darle a todo un carácter de "importante". Y quizá la vida así "deba" ser, pero yo antes no vivía así. 

Pasaron años en que yo sólo existí, haciendo "lo que debía", ansiando que un día fuera "el dia de mi suerte" y mágicamente, mis problemas, mayormente mi depresión, se esfumara, y yo pudiera ser, de ese dia en delante, la madre, esposa, amiga, ciudadana, hija, hermana, que el mundo esperaba, que yo podía ser, que yo estaba destinada a ser. 

Y de algún modo ahora pienso que la magia ocurrió, no del modo más esperable. No me gané la lotería, ni mágicamente la disciplina, una idea genial ni un talento oculto me dio la facultad de vivir mi vida como si fuera el último día. Sino que me dijeron "positivo a carcinoma". Y algunos dias mi visión simplemente se nubló y mi mente solo veía fijo el fin de la carretera, el ataúd y el miedo. Pero con los dias pasó que pareciera que me compré unos nuevos lentes mentales: quienes usen lentes podrán entenderme, de repente, todo se hizo claro, cada cosa tomó su lugar, las luces de miedo dejaron de deslumbrarme, la oscuridad se hizo más asequible, los colores más vivos, y si, todos los objetos más definidos. 

No digo que ya no esté deprimida, o quizá si sea eso. A la par del cáncer, en diciembre tuve  COVID y estaba en tránsito del hipertiroidismo a ser hipotiroidea. Fue tremendo. Jamás había pasado por ansiedad o pánico. Y este descontrol hormonal me hizo sentir y vivir situaciones muy díficiles o imposibles de controlar. MI cuerpo pasó de tener una enfermedad que conocí por once años, a una que me tenía al borde de la locura. Ser hipotiroidea (sin tratamiento) por un mes, en niveles realmente bajos, me hizo pensar en la muerte antes que el cáncer.
Apenas si percibia mi respiración, tenía dolor por todas las articulaciones, cero apetito, presión arterial baja, bradicardia, frío intenso, todo el tiempo, insoportable a veces, adormecimiento, siempre tenía sueño, incluso sentía que vivía en un estado de confusión permanente, como entre la vigilia y el sueño, en que no sabía que de lo que vivía era real o imaginario. 

Cuando comencé el tratamiento del hipotiroidismo fue como un despertar, una coincidencia primaveral. Pude sentir como mi cerebro volvía al mando y podía discernir mucho más. Y no sé si me haya "curado" la depresión, pero definitivamente no me sentía con sintomas de ello. Y afortunadamente fue así, por que de seguir como estaba en inicios de diciembre, no sé como habría enfrentado lo que estaba por venir. 

Ahora, a pesar del cáncer, curiosamente me siento más sana, a pesar también de las limitaciones, pero saber fuera de mi el tumor, sentir el equilibrio hormonal, mental, me hace sentir que, en efecto, puedo empezar a ser la persona que siempre quise ser. Tener cáncer me hizo inmediatamente desechar muchas cosas que cargaba y no servían, lastres de dolores pasados, añejos ya por rumiarlos tanto en la cabeza, que inmediatamente perdieron importancia, ahora entraba en un estado de supervivencia, y no puedo ocupar mis pensamientos ni energias en ello. Me deshice de sentimientos potentes de rechazo, de baja estima, de miedos, de indisciplina, y tambien de comodidad, de creencias que me han llevado a ser muy consecuente conmigo misma. 

Decidí que tenia que ser disciplinada, por que solo ello me iba a permitir alcanzar mi salud de nuevo, que iba a ser agradecida, diariamente, por que me iba a permitir contar mis "bienes" y no mis carencias, que sería constante y persistente, por que sólo así lograría terminar mi carrera, ser saludable, conquistar mis metas; decidí que iba a ser una mamá más cariñosa y atenta y que dejaría fluir la vida, sin tratar de controlarlo todo, por que no sabía cuantos años más podría acompañar a mis  hijos. Decidí ser la esposa que quiero ser y no la que mi esposo "necesita" o creo yo que necesita, por que nunca se ha quejado, por que solo siendo libre, y yo misma, el podrá vivir el amor y admiración que siento por él. Y así, cada día un propósito lleno de vida, esperanza y gratitud. Menos pensar en la mortalidad, menos pensar en la complejidad de las relaciones, de la injusticia del destino, de la impaciencia de la incomprensión del otro. 

Me dí cuenta de lo finitos, breves, ligeros y sencillos que podemos llegar a ser, dadas las circunstancias. La vida nos da la oportunidad de caminarla de la manera que cada quien crea conveniente, pero definitivamente, aunque carezca ya de ilusiones divinas, de creencias en hados o destinos, creo en el azar, y ese azar (cada vez menos azaroso) me cayó en una multiplicación de células anormales. Y esas células agrupadas, le dieron sentido a mi existencia, y le están haciendo camino a mis propósitos y proyectos. Me están haciendo el camino para lograr ser plenamente quien soy, con todas mis posibilidades, potencias y limitaciones. 

Sin duda no me ilusiono que sería como la lotería, el azar me dio el dia de suerte dificil, doloroso, lleno de desagradables sensaciones, pero afortunadamente me lo dio en el momento preciso que yo tengo la claridad de afrontarlo. 

Les dejo un collage de la colección de estos últimos dias que han tenido momentos muy hermosos, muchas cosas no las puedo captar en imágenes, como las pláticas, risas, etc. Pero las que se pueden aquí están algunas.

Comentarios

Entradas populares