GRATEFUL AND ASHAMED.

 Apenas ayer abrí el blog y ya sumé algunas entradas por que ya las tenía escritas. Estoy tomando el hábito de dedicarle a mi habitante el cáncer solo media hora al dia. Esta es su media hora. Y hoy escribiré de las hermosas respuestas que recibí ayer que salí del oncoclóset. Y creo que es el momento oportuno de hablar de algunos de los sentimientos y emociones que despierta esta enfermedad. 

La vergüenza: yo la sentí y a veces aún la siento, y me he dado cuenta, platicando con otras mujeres que están pasando por la enfermedad, que se sienten asi. 

En las largas esperas en el hospital, hablan quedito del cáncer. Las mujeres más mayores se apenan de decir "pecho, seno, mama". Todas cargamos con un estigma, no sabemos por qué, no  he podido desmenuzarlo aún. 

Personalmente me sentí apenada, si, con vergüenza, por estar enferma "a mi edad". Una edad que se suponía debo ser productiva, súper activa, social, económica y físicamente. Y sin embargo tengo años arrástrando enfermedades, padecimientos y dolores y una depresión, pero pretendiendo que "no pasa nada" o ya "va a pasar". 

También ha contribuído a la vergüenza la creencia generalizada de que el cáncer da por malos hábitos, "por no comer bien", por comer cosas grasosas, con hormonas, de soya, no en el "healthy way" que está de moda. Por no cuidarse, por no hacer ejercicio, por  ser negligente con tu salud. Y pues ahorita les quiero publicar una infografía sobre los riesgos de tener cáncer, y que, curiosamente, no entro en ningún factor de riesgo. Osea, no soy la mujer más responsable con su salud física, pero ciertamente tampoco fui la más negligente. Sin embargo, en un primer momento, que una se cuestiona "¿por qué yo?" me sentí completamente culpable. 

Otra creencia que contribuye al sentimiento de vergüenza es que el cáncer es la acumulación de sentimientos y pensamientos tóxicos. Si bien he estado leyendo sobre psiconeuroinmunología (si, es ciencia y también haré una infografía) y se está estudiando la relación del cáncer con el estrés, la ansiedad y la depresión, es una enfermedad multifactorial, y por tanto, no puede ser únicamente por no atender ese aspecto de la persona. 

Veo muchos posts, de psicologos, inclusive, que promueven que no atenderte, no resolver tus conflictos emocionales o trastornos mentales, pueden derivar en cáncer. Imaginen como me sentía al estar arrastrando años de depresión, y además ya sentir culpa por tener depresión. 

Por último, hay muchísimos aspectos asociados al tratamiento de cáncer de mama que producen en las mujeres muchas inseguridades y temores. La pérdida del cabello (que no siempre ocurre, o como en mi caso, lo estoy perdiendo desde hace años por los trastornos tiroideos), el cambio de la fisionomía (perder o ganar peso dramáticamente), de la apariencia de la piel y pérdida de la lozanía (se avejenta una pues), de la dependencia que muchas veces trae consigo el tratamiento en si- quimioterapias y radiaciones- y que a una edad temprana no espera una depender de nadie para nada, físicamente. Obviamente la pérdida de una parte del cuerpo, como lo es un seno (que ya le dedicaremos un post a parte), con lo que conlleva como trauma físico, además de lo que implica culturalmente, sentirse menos mujer, menos atractiva, etcétera. 

En parte esas cosas las puedo reflexionar y ver "desde fuera" por que no las he atravesado todas, pero si las detecto en los testimonios de las mujeres que he estado conociendo. Y si bien aún no atravieso esos cambios, ya advierto que me apena que las personas sientan tristeza y a veces lástima por mi. Por eso me fue tan difícil "anunciarlo", pero también llevo 24 horas de un sentimiento liberador. 

Decirlo es un paso importante, es aceptarlo y seguir adelante, es tener la confianza de pedir ayuda, compañía, ánimo y por que no, a veces un hombro donde llorar cuando haga falta, un abrazo, o un chiste que nos levante y borre el trago amargo. 

Así, escribir ayer ante al menos mis 200 contactos de fb que tengo una enfermedad no es precisamente un acto de valentía, como uno de liberación. Por que cualquier dia me los voy a topar en el scroll y puede que vean a una mujer calva y en plena recuperación. Y quiero que sepan que esa mujer es real, no es una guerrera, no está todos los días dando la batalla, es una mujer tan normal como cualquiera, que está lidiando con una de las pruebas más fuertes en la vida, como tú, si tienes COVID, problemas de fertilidad, cualquier enfermedad crónica, trastorno mental, problemas económicos, laborales, maritales, de crianza, la enfermedad de un familiar. Todos los problemas son tan reales como éste. 

Quizá creeemos que nada de eso va en las redes sociales, por que estamos acostrumbrados a ver solo la parte feliz de la vida de las personas. Pero lo cierto es que en la penumbra, está todo lo demás, y no estaría mal compartirlo, así nos sentiríamos más acompañados, y menos en una terrible carrera de conseguir la suprema felicidad instagramera (que todo eso da para otro post). 

Pero iba a escribir de las respuestas que recibí: puro amor, acompañamiento, solidaridad y muestras de cariño. Y lo único que tenía que decir a eso es: INFINITAD GRATITUD.

Media hora finalizada.